domingo, 15 de septiembre de 2013

"Vietnam"

El cafe, tus puchos con sabor a chocolate, Dostoyevski, Todo se alinea.
Hoy, no hay peros. Estabas ahí parado, con tu mochila de niño explorador, y lo mirabas absolutamente todo.
 No podía dejar de verte, vos parado como siempre, pensando, te sentía y no podía, ni quería resignarme a dejar de mirarte y de sentirte.
No puedo recordar si hablabas o no con alguno de tus alumnos cuando cruzaste, te sentía más cerca que nunca.
Te sentaste en el banco justo frente al mio, te cursaste de piernas y te prendiste un cigarrillo, tu mirada comenzó a divagar en los cientos de estudiantes que estaban esperando  que suene el timbre de la una y diez para poder entrar a clase.
Por más que lo intente no puedo eliminar tu imagen de mi cabeza, estabas ahí sentado, tenias puestos unos pantalones blancos y una remera que decía "Vietnam".
Te pusiste el cigarrillo en la boca y me miraste, creo que no tuviste la intención de mirarme a mi, simplemente mirabas, yo también te miraba, creí que mi corazón se detendría, no podía dejar de mirarte, por más que quisiera, por más que hiciera un esfuerzo inhumano por dejar de hacerlo, no podía.
Pero sonó el timbre, y yo, recordé, que claro, no podía.
Desde ese momento supe que, ya te amaba.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Rebeldes con Causa

Existenen los libros de texto miles de definiciones sobre la juventud, donde sepresentan como rasgo característico de ella su irresponsabilidad y su rebeldía"sin causa". La juventud, que es un principio biológico y que luegopuede espiritualizarse, es ciertamente creatividad, sed de conocimientos ybúsqueda de experiencias que opone a cualquier obstáculo su rebeldía. Ante elloel sistema dominante, al que tenemos que reconocer suma astucia en su afán depreservarse, ha creado miles de armas que permitan aliviar el peligro que puederepresentar la organización de los jóvenes conscientes de su opresión (comoparte de la mayoría explotada, como personas que por sus característicashormonales son las grandes víctimas de la represión sexual, como estudiantes,etc.). Muchas son dichas armas: la televisión, la música, la educacióninstitucional, la familia (si esta pretende conservar los valores impuestos yse convierte en instrumento de coacción), y tantas más en las que en otraocasión podremos adentrarnos. Pero lo que nos interesa en este momento esdeterminar cuáles de esos instrumentos opresivos afectan a los jóvenes quelogran desarrollar alguna perspectiva crítica de la situación social,decidiéndose a crear y defender una utopía de vida. Sin duda que a todos nosalienan en alguna medida las relaciones personales, el trabajo y los estudios,pero en esa función represiva de la inquietud juvenil, las drogas y el alcoholhan resultado medios aún más excelentes, ¿pues? ¿Para qué sirven los sueños,las ideologías, las utopías si nos sumergimos en la alucinación y laincoherencia que ambos producen?; rebeldes pero confusos, preferiblementeadictos o alcoholizados, así nos quiere el sistema; así somos menos. Podemosseguir con este interesante tema de los enemigos externos, pero resulta que auncuando estemos claros de la necesidad de enfrentarnos a ellos todavía nos quedaun gran enemigo por vencer, o mejor dicho, una gran amistad por ganar: nosotrosmismos. Resulta increíble, hasta decepcionante, observar como tantos jóvenesvaliosos para la construcción del nuevo mundo prefieren mantenerse en lacomodidad del no hacer nada, escudándose tras un remedo de libertad individualcon el conocido "no me importa", o con otras miles de excusas cuandoprefieren quedarse en las casas para no hacer nada, que organizarse para lalucha social y la militancia organizada. A veces, incluso hay una participaciónnominal en actividades contestatarias, pero se carece de una autentica ética de la responsabilidad y la supuesta persona"contestataria" se conforma con que los demás hagan todo el trabajo.En fin, esto solo pretende ser una pista para que quien se sienta tocadoemprenda la autocrítica, sin olvidar que esta carece de objeto si no nosproponemos superar los errores. Recordemos siempre que la Liberación es unproceso constante, para la sociedad y para nosotros mismos; como tal, exige unarevisión cotidiana de la relación entre nuestras actitudes y nuestros valoreséticos. La juventud es sinónimo de potencial para el cambio, si no la asumimospara la realización de nuestros sueños, entonces, cuando llegue su fin biológicollegara el fin de nuestra rebeldía. Si por el contrario, vemos en trabajar pornuestra utopía el más hermoso de los compromisos con nosotros mismos y con losdemás, aprenderemos a saborear la satisfacción de saber qué hacemos locorrecto, interiorizaremos con pasión y conciencia nuestra rebeldía, y así, apesar de las cronologías hormonales, podremos conservar por siempre nuestrajuventud en la predica y la práctica de la Revolución. ¡Demostrémonos quepodemos ser responsables con nuestros sueños! 
¡Nuestra rebeldía si tiene causa!